jueves, 29 de octubre de 2015

Entre olas

El día que me comunicaron que mis gordis tenían autismo, se me vinieron muchos sueños al suelo, tal vez demasiados, los profesionales en su empeño de "no cogerse los dedos" normalmente te presentan un futuro algo así como desolador, por decirlo de algún modo elegante. Pero el tiempo pasa y si no te cura, te mata, o al menos te hace ver la vida de un modo diferente, mejor o peor te vas adaptando a las circunstancias, vas despertando de esa pesadilla a la que no les fin.
Yo tuve suerte, una esta totalmente recuperada, o al menos se acerca bastante a eso que llaman normal, la otra... la otra es ella con  sus cosas, con sus días malos y sus días peores, pero toda una luchadora.
En nuestro empeño en traerla a nuestro mundo (por eso de que los autistas viven en un mundo a parte) termine dándome cuenta de una cosa... yo nunca había ido al suyo y fue al visitarla cuando comprobé cuan maravilloso es su interior. La vida con ella no es fácil, en cierto modo tampoco es difícil, simplemente te quedas sin vida, pero  cuando vives estos momentos te das cuenta de que vale la pena. El se humano pone en marcha su capacidad innata  para olvidar los malos momentos multiplicándola hasta el infinito y mas allá y deja nuestra retina empapada de momentos como este.

jueves, 22 de octubre de 2015

Miradas

Creo que a veces nos centramos demasiado en educar a nuestros hijos... o mejor dicho, a que eduquen a nuestros hijos fuera de casa, sin darnos cuenta de que donde realmente se están formando es  en casa, en su casa.
El pasado Domingo, Sara por iniciativa propia, me hizo las camas, y me sorprendió la verdad, le dije que estaba genial y le pregunte quien la había enseñado, la respuesta de ella fue contundente
- tú mamá, te miraba mientras las hacias.
Mientras tú creías que yo no estaba mirando, yo vi que:
Pegaste con un imán mi dibujo al refrigerador, por eso de inmediato quise hace otro.
Le diste de comer a un gatito sin hogar, entonces entendí que a los animales hay que tratarlos con amor y respeto.
Preparaste mi pastel favorito especialmente para mi, así me di cuenta que los pequeños detalles ocultan mucho sentido.
Fuiste a visitar a tu amigo enfermo, y entonces entendí que las personas deben cuidarse mutuamente.
No niegas la ayuda a los necesitados, y comprendí que si tienes tiempo y dinero, hay que ayudar a aquellos que no lo tienen.
Tratas con mucho cuidado nuestra casa y a todos los que vivimos aquí, y entendí que cada persona debe cuidar lo que tiene y lo que quiere.
Incluso cuando te sientes mal, continúas cumpliendo con tus obligaciones, y me di cuenta de lo que significa la responsabilidad.
A veces no pudiste contener las lágrimas, y entendí que en la vida hay tristeza y dolor, y llorar es normal.
Nunca dejas de cuidar de mí , y yo quise cumplir todas tus expectativas y hacer todo lo posible para que te sientas orgulloso de mí.

Mientras tú creías que yo no estaba mirando, aprendía de ti la vida. Tomé tu ejemplo y traté de ser como tú. En lo más profundo de mi alma estaba un pequeño adulto que se decía a sí mismo: "Queridos padres, gracias por todo lo que he visto mientras creían que yo no estaba mirando".



Fuente: Mary Rita Schilke Korazan